Las diez reglas
Pedí que me dejasen alquilar una limusina hortera, de color
blanco, como las que utilizan los nuevos ricos y otros personajes zafios en
numerosos lugares de este planeta, pero gracias a Dios, por el dinero que podía
aportar, sólo había disponible un dos caballos. Así que, aunque no parece
carruaje idóneo para un gurú de la literatura, ni de los guiones
cinematográficos, me he presentado de esta guisa aquí, ante todos ustedes, para
facilitarles mis consejos infalibles para triunfar en ese intrincado arte de
contar historias. Como la web está tan repleta de buenos e infalibles consejos
sobre el arte de escribir, a diferencia de otras profesiones o aficiones, me
resulta difícil aportar algo de valor añadido a jóvenes tan ambiciosos, guapos
y famosos como ustedes.
Sin embargo, cual Moisés con los diez mandamientos o Mc Kee
con sus leyes del guión, tomaré mis tablas de la ley y las lanzaré sobre sus
conciencias y en caso de que ustedes no sigan el camino correcto, les enviaré
las plagas más rabiosas habidas desde los tiempos de Sodoma. Les aviso.
Mandamiento nº 1. Cuenta, no muestres.
La literatura es contar. En algo tiene que ser diferente del
cine. Si alguien quiere cine, va al cine. ¿No?
Mandamiento nº2. Utiliza adverbios y adjetivos
Existen en todas las lenguas del mundo. Nuestros antepasados
se los inventaron para algo, ¿no? Si fuesen tan nefastos no existirían. Y si
además, todos los manuales de estilo los prohíben, ¿acaso no sería glorioso
llevar la contraria a los guardianes del estilo? ¿quién podría resistirse a una
tentación así? Yo sólo escribiré con adverbios y adjetivos, aunque no me
gusten.
Mandamiento nº3.
Escribe y no planifiques tanto
Si planificas mucho te atascarás en la planificación y es
posible que te acabes aburriendo de tu proyecto incluso antes de escribir una
puñetera línea.
Mandamiento nº 4. El conflicto no mueve las historias ni el
mundo
Es el deseo. Mc Kee no tiene ni idea.
Mandamiento nº 5. No corrijas tanto
Corrige la gramática y la ortografía. En lo demás, si te
pasas de corrección, puedes convertir un producto fresco en congelado.
Mandamiento nº 6. No pienses en tu lector tipo
Si quieres vender alfombras, sí.
Mandamiento nº 7. No mates a tus personajes más queridos
¿Quién fue el gilipollas que inventó esa regla de que tienes
que asesinar a tus personajes preferidos? ¿Por qué no cortarte la mano derecha,
o mejor aún los cataplines, puestos a aconsejar? Cervantes no mató al Quijote, ni Shakespeare a
Hamlet, ni Conan Doyle a Sherlock, ni Dickens a Oliver Twist, etc. Haz lo que quieras, pero yo a las pruebas me remito, vamos.
Mandamiento nº 8. El dolor hace grande al artista
El buen sexo todavía más.
Mandamiento nº 9. No hagas caso de los consejos de quien no escribe
No tengo que añadir nada más.
Mandamiento nº 10. No bebas ni te drogues para escribir.
Mucho. No bebas ni te drogues mucho. Es muy caro.
Estos diez mandamientos se encierran en dos. Primero, en la
literatura sólo existen las reglas de la gramática y la ortografía; y segundo, también
te las puedes saltar porque no están recogidas en el Código Penal.
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